martes, 21 de octubre de 2014

No te pierdas.

Ya no puedo perderte porque me he jugado todas mis sábanas al cero noches fuera de tu cama, porque no se que iba a hacer yo sin ti, pero si tengo muy claro lo que quiero hacer contigo. Ya no puedo perderme una vez más mi sonrisa reflejada en tu mirada, porque sería perderte de vista y volver a verlo todo en blanco y negro. Porque tu eres ese pequeño paraíso al que no paro de fugarme, nuestro pequeño universo que hace que el mundo ya no importe nada. Eres esa brisa de verano y esa lluvia en la ventana, eres cada paso que damos y cada lágrima que nos dedicamos.

Porque, no es que te quiera, es que no puedo vivir sin ti, y ni quiero ni puedo cambiarlo. Porque no es que te eche de menos, es que te necesito aquí, porque tu eres lo mejor que me podía haber pasado.

A veces soñamos con vivir historias de película, pero yo soy de los que creen que la realidad siempre supera a la ficción. Porque soñar es gratis y lo puede hacer cualquiera, pero no cualquiera puede vivir lo que tenemos tu y yo. Porque nuestra cena con velas acaba con nosotros incendiados, mientras nos arrastra la marea hasta la habitación, ahogándonos entre sudor, con los cristales empañados de pasión, y quemándonos a fuego lento con cada beso como un adiós.

                            @jodidamenteloco22

martes, 7 de octubre de 2014

Tu lado de mi cama

Y me despierto cada noche dormido, buscando tu lado de mi cama con la mano, que se me congela. Hace frío y me sobran hasta las sábanas, me faltan tus brazos protegiéndome de la soledad, y tu cabeza que ya no usa mi pecho como almohada. No encuentro el tapiz de tu espalda, donde cada noche cada falange dibujaba mil historias que soñaba, cada falange de mi mano que se debatía entre erizar tu piel o enredar tu pelo. Me falta tu cara a continuación de la mía, como el espejo de todo lo bueno que no tengo. Me falta tu respiración marcando el paso de baile al compás de mis latidos, ilustrando perfectamente nuestra lucha diaria por seguir unidos, por seguir vivos.

-El tiempo pasa.

Me encuentro solo, la habitación se nos quedaba pequeña, y ahora por tener solo tengo espacio. Te sigo buscando, no te olvido pero te has ido, te has ido tanto que ya ni huele a ti, ni recuerdo como lo hacía. Quiero levantarme pero no puedo, intento dormir pero mi cabeza no me deja, solo pienso en ti, en lo bien que dormía en tu compañía, con nuestras piernas entrelazadas como nudos marineros que acababan con nuestros pies buscando volver a empezar una y otra vez.

-El tiempo no para.

Sigo dando vueltas en la cama y no paro de recordarte. Intento pensar en otras cosas, pero siempre apareces tu. Mire a donde mire ahí estás, piense en lo que piense apareces, no logro encontrar un recuerdo que no me recuerde a ti, me tienes enfermo. Te odio por abandonarme y me odio por no hacerlo yo, por tener que vivir conmigo y no con nosotros. Me odio por odiarte y por no saber como arreglar esto. Nos odio por no estar nosotros pero si yo.

-El tiempo se escapa.

Si, el tiempo se me escapa y yo ya ni intento alcanzarlo. Quiero perder el tiempo de vista y encontrarme contigo ayer, cuando aun estabas. Porque parece que fue ayer cuando te besaba dormido, cuando te tenía en mi cama, en tu lado de mi cama, porque en mi cama ese lado, aunque yo no quiera, siempre será tuyo.

J.L.22